Ciclo Anual sefardí
Este apartado pretende colaborar en la labor de difusión de la cultura judía llevada a cabo por Sefarad Aragón, que celebra las festividades judías y sefardíes del «ciclo anual» animando a socios y amigos a participar en ellas regularmente. La información de las festividades está extraída de los folletos informativos de Sefarad Aragón.
Tu bi´svat (Bishebat)
Tu Bishevat es el día 15 del mes de Shevat, el Año Nuevo de los Arboles, que cae generalmente en enero, o algunas veces, a principios de febrero. En realidad la fiesta se llama Jamishá Asar Bishevat, el «quince de Shevat», pero en la práctica se prefiere el término Tu, de dos letras en hebreo tanto como en castellano, por comodidad y economía del lenguaje. Las letras hebreas que forman el término tu son una tet (de valor numérico 9) y una vav (que vale 6), así que sumadas dan el número 15, expresado en una sola y breve sílaba, tu.
En el calendario judío, la tradición establecía tres comienzos de año, uno en Tishrí “contado desde la creación del mundo”, otro en Shevat «Año Nuevo de los Arboles»), y el otro en Nisán (pascua). Rosh Hashaná La llanot (el «Año Nuevo de los Arboles»), nuestros sabios discuten en el Talmud: los de la escuela de Shamay la fijan el 1º de Shevat, mientras que los discípulos de Hilel la establecen el día 15 de ese mes (Talmud Rosh Hashaná, Cap. 1 Mishná 1), y la decisión quedó según estos últimos.
En un principio, el Año Nuevo de los Arboles simplemente significaba que a los efectos del diezmo de la producción agrícola que se aportaba al Templo (según lo prescribe la Biblia en Devarim – Deuteronomio 14.22 ss.), el día 15 de Shevat señalaba el límite entre los frutos de un año y los del otro: todo lo que maduraba antes de esa fecha todavía se consideraba como del año anterior, mientras que lo posterior a ese día, ya entraba en el cálculo de la nueva cosecha.
Esta significación de comienzo de un nuevo año fiscal -por así decirlo, en términos modernos – que tenía Tu Bishevat en un principio, fue cambiando paulatinamente hasta convertirse en un festejo destinado a exaltar la vida del hombre de campo y su vínculo con la Naturaleza: pasó a celebrárselo mediante la plantación de nuevos árboles, tanto en los tiempos antiguos como hoy día en el Estado de Israel.
Porque en la actualidad, al llegar Tu Bishevat, no sólo en las colonias agrícolas del país se organizan festejos y ceremonias de plantación de árboles, sino que también el hombre de la ciudad, los niños de las escuelas urbanas,etc., salen al campo y participan en actos semejantes.
Los judíos de la Diáspora – muchas veces alejados de la vida campestre – sin embargo también participan, a su modo, de esta fiesta del árbol que se celebra en Israel, ya mediante plantaciones simbólicas que efectúan también ellos en jardines o campos, ya recordando algunos árboles característicos de Israel, por medio del consumo de sus frutos: castañas, nueces, algarrobas, etc., y últimamente también naranjas y otros cítricos que nuestro país produce en abundancia.
La importancia del árbol: Todo esto no es sino reflejo de la importancia que desde los tiempos más antiguos, la tradición judía adjudicaba al árbol como creación de Dios y como fuente de innumerables beneficios para el hombre, puesto que nos brinda su fruto, las hojas, su madera, la sombra de su follaje…
Todavía cuando iban por el desierto, al mando de Moisés, la Torá ya indica al pueblo de Israel que «cuando lleguéis al país (prometido por Dios) y plantaréis toda (clase de ) árboles frutales…» (Vayicrá – Levítico 19.23).
Después, diversas menciones que el texto hace ocasionalmente, nos dan la pauta de que en los tiempos antiguos, el país de la Biblia era sumamente rico en forestación: Absalom, el hijo de David, murió «en el bosque de Efraim» (Shemuel Bet – II Samuel 18.6); cuando sus cabellos se engancharon allí en el follaje de un árbol, él quedó frenado en su galope y los soldados pudieron atravesarlo con sus flechas. En tiempos del profeta Elishá o Eliseo, «dos osas salieron del bosque» (Melajim Bet – II Reyes 2.24) para devorar a unos niños que se habían burlado de este enviado de Dios. Y así, hay muchas más indicaciones indirectas en la Biblia, en el sentido de que el antiguo país de Israel poseía una vegetación por demás abundante.
Uno de los sabios del Talmud recomienda: «Si tienes un retoño en tus manos y te dicen que ha Ilegado el Mesías, primero planta el retoño, y sólo después anda a recibirlo».
Otra leyenda cuenta de un anciano que estaba plantando un árbol, cuando fue sorprendido por un alto funcionario romano. «¿Para qué gastas tus fuerzas en esta tarea de plantación, si sabes muy bien que ya no alcanzarás a comer el fruto de tu trabajo?» – le preguntó el extranjero. Y el anciano le respondió: «Si no comeré yo del fruto de este árbol, comerán mis hijos y nietos, así como comí yo de los árboles que plantaron mis antepasados».
Purim
Purim es una de las festividades judías de las llamadas menores, que no son ordenadas explícitamente en la Torá, pero su fuente está en el Tana»j, más precisamente en el libro de Esther. Se celebra todos los años el día 14 del mes de Adar. En las ciudades que en épocas de Iehoshúa las rodeaba una muralla perimetral, Purim se conmemora el día 15 de Adar. El día previo a Purim, el 13 de Adar, se acostumbra realizar un ayuno desde el amanecer hasta después de la lectura de la meguilá a la noche. Este ayuno es conocido como «Taanit Esther», que significa: Ayuno de Esther.
En caso de ser un año embolismal (mal llamado «bisiesto», de trece meses) y por lo tanto contar con dos meses Adar, corresponde cumplir con estos días en el mes de Adar Sheiní (segundo).
Aunque por consejo rabínico todo el mes de Adar es para el gozo y la alegría («Mishenijnas Adar marbim besimja»), ésta se intensifica en la festividad de Purim, llegándose a un derroche y jolgorio inusuales en el resto del año.
Se conmemora en Purim la milagrosa salvación de los judíos residentes en las 127 naciones del imperio persa, presumiblemente en el año 3408 de la Creación (aprox. 350 AEC), de la masacre y saqueo decretados contra ellos por el malvado visir del rey Amán y sus aliados, con la complacencia del insulso emperador Ajashverosh (Asuero, que según algunos estudios pudo haber sido Artajerjes III).
Los personajes principales en ésta proeza fueron una mujer y un hombre:
La heroína fue Hadasa, más conocida por su nombre persa, Esther. Ella logró llegar a ser reina principal de Persia, y merced a sus encantos y sagacidad convenció al emperador a dejar con vida a las personas de su pueblo.
El héroe que la acompañó fue su primo Mordejai, un líder judío en la diáspora, que con íntegridad, generosidad y rectitud logró desenmascarar la maldad de los antijudíos y liberar a todo el imperio persa del oprobio de una masacre de inocentes ciudadanos leales al emperador.
Hay cuatro mitzvot, mandamientos, decretadas por los Sabios para todas las generaciones de Israel, a partir de lo dictado por el novel visir Mordejai para todos los judíos de la diáspora persa, como conmemoración de la liberación:
1- Lectura de la meguilá (el rollo que relata la historia de Purim, y que conocemos como libro de Esther) en la noche y el día de Purim.
2- Festín de comida y bebida con gran regocijo.
3- Envío de al menos dos viandas de comida al menos a un amigo.
4- Donaciones generosas al menos a dos menesterosos.
Sin dudas, la mitzvá más «judía» es la última de las mencionadas. Pues la primera es común a otras ocasiones, así como a costumbres persas de leer los comunicados reales públicamente.
Las dos del medio son netas costumbres de origen persa u oriental en general.
Sin embargo, el hecho de recordar a los menos favorecidos en momentos de felicidad, es una costumbre y un estilo de actuar netamente judío.
Hay otras mitzvot añadidas con posterioridad: intercalar una plegaria en la Amida y en el Bircat HaMazón, lectura especial de la Torá que recuerda el odio de Amalec.
Exiten otras costumbres de muchísima menor importancia, aunque lamentablemente, como suele ocurrir, muchos las recuerdan más, llegando a caracterizar esta hermosa festividad a través de elllas. Éstas son: hacer ruido al oír el nombre de Amán en la lectura de la meguilá; beber alcohol hasta perder la distinción moral; hacer jugarretas; disfrazarse; comer una tortilla llamada «Orejas de Amán»; elegir una reina de la belleza y ponerle el título de Esther. Y algunas otras muy poco edificantes…
Algunos despistados confunden Purim con un festival o con carnaval, pero los orígenes y objetivos de Purim lejos están de la frivolidad y paganismo de tales acontecimientos.
El ayuno que precede a la festividad, recuerda el que fuera ordenado por Esther para que hicieran todos los judíos durante tres días consecutivos, casi un año antes de la matanza planificada por Amán, para lograr el apoyo divino y la propia purificación emocional antes de enfrentarse al tosco emperador de la poderosa Persia.
El Shabbat anterior a Purim se lee como lectura complementaria de la Torá , una sección denominada «Zajor», que recuerda la malignidad genética de los amalequitas en contra de los israelitas. Se recuerda esto porque la historia de los odios «raciales» de Purim, son paradigmáticos de otros ocurridos más tarde. Y porque Amán, el líder de los perversos antijudíos, era un descendiente material y espiritual de Amalek.
Servir a Dios con alegría es mitzvá de la Torá.
Purim y todo el mes de Adar es un buen entrenamiento para ésto.
Pesah (Pesaj)
Pésaj es la fiesta que recuerda la salida de los hijos de Israel de Egipto; comienza el día 15 de Nisán (este año de 12 a 20 de abril) y se la celebra durante siete días, de los cuales el primero y el último son días de reposo, y en los que está prohibido el trabajo cotidiano.
En la primera noche se junta toda la familia para celebrar el Seder y cenar juntos.
Resumen de los 15 pasos del Seder
1) KADESH: Kidush sobre el vino (primera copa).
2) URJATZ: Lavado de manos sin pronunciar bendición.
3) KARPAS: Se come el Karpás remojado en agua salada. El Karpás nos introduce el sabor del Exodo. El agua salada nos recuerda las lágrimas de los esclavos.
4) IAJATZ: Se parte la matzá del medio. El trozo más grande se esconde («aficomán») para que los niños lo busquen.
5)MAGUID: Es la lectura de la mayor parte de la Hagadá , que incluye casi todas las canciones tradicionales de esta festividad. El texto trata del éxodo de los judíos de Egipto. El Maguid termina con la bendición de la segunda copa.
6) ROJTZA: Lavado de manos haciendo Netilat ladaim.
7) MOTZI: Bendiciones agradeciendo por el pan (matzá).
8) MATZA: Bendecimos agradeciendo por la mitzvá de comer matzá.
9) MAROR: Comemos maror mojado en jaroset.
10) KOREJ: Comemos un «sandwich» de matzá con maror.
11) SHULJAN OREJ: Comemos la exquisita comida tradicional del Séder.
12) TZAFUN: Los niños entregan el aficomán encontrado.
13) BAREJ: Hacemos Birkat Hamazón, agradeciendo por el alimento recibido. Tomamos luego la tercera copa.
14) HALEL: Salmos y canciones. Finalmente levantamos la cuarta copa.
15) NIRTZA: Este es el último paso del Séder, donde declaramos que hemos cumplido con la obligación de celebrar el Séder y nos proponemos realizarlo el próximo año en Jerusalem.
Información sacada de: http://www.barmitzva.com.ar/Costumes/costumes.html
Shavuot
Shabbat